Las alfombras marroquíes, también conocidas como alfombras bereberes, están hechas a mano por los hábiles artesanos en Marruecos utilizando técnicas tradicionales que se han transmitido de generación en generación.
Te invitamos a conocer el proceso de hacer una alfombra marroquí:
⇒ Esquila de la lana: El proceso comienza con la esquila de la lana de las ovejas, que luego se limpia, clasifica y carda para eliminar las impurezas.
⇒ Teñido: Luego, la lana se tiñe con tintes naturales hechos de plantas, frutas y verduras. Los colores utilizados en las alfombras marroquíes suelen ser tonos tierra como el ocre, el beige, el gris y el negro.
⇒ Hilado: Una vez teñida la lana, se hila mediante un huso o una rueca. El grosor del hilo depende del grosor deseado de la alfombra final.
⇒ Tejido: El proceso de tejido comienza con la creación del telar. Los hilos verticales del telar se atan a un punto fijo y los hilos horizontales se unen a una viga de madera que se puede mover hacia arriba y hacia abajo para crear la longitud de la alfombra.
⇒ Anudado: Luego, las artesanas atan el hilo a los hilos horizontales del telar, creando la base de la alfombra. El nudo más común utilizado es el nudo bereber, que se ata alrededor de dos hilos y luego se corta para crear una pila.
⇒ Patrones: A medida que continúa el proceso de tejido, las artesanas crean el patrón de la alfombra seleccionando cuidadosamente los colores y colocando los nudos en el lugar correcto para crear el diseño deseado.
⇒ Terminación: Una vez que la alfombra está completa, las artesanas la sacan del telar y cortan el pelo para crear una superficie uniforme. Luego, la alfombra se lava para eliminar la suciedad o los desechos y se seca al sol.
Las alfombras marroquíes son obras de arte únicas y hermosas que pueden tardar semanas o incluso meses en crearse, según el tamaño y la complejidad del diseño. Los métodos tradicionales utilizados en el proceso de fabricación de alfombras aseguran que cada alfombra sea una obra maestra única que perdurará por generaciones.